Este escaparate ha sido premiado en el concurso de estas fiestas. Un escaparate que sitúa a la mujer en el papel clásico de ama de casa, chacha, que ha de trabajar en fiestas, pero eso sí preciosa, maquillada, peinada. Trabajando en fiestas, que no le da tiempo ni a vestirse. Y a él, vestido,con un aspecto atractivo, de recién venido de fiesta , colgando su pañoleta y poco más, que llega a casa con todo hecho y ¿se irá a dormir?. Que ella lleve las bolas en la mano, ¿insinúa que se queda sola y compuesta sin su fiesta íntima?. Una estampa sexista clásica que parece que sigue funcionando muy bien en el imaginario colectivo, porque unas lo hacen escaparate y otros lo votan como sensual.
En un negocio que comercializa productos de lo erótico, regentado por mujeres, quizaś algunas esperábamos otro tipo de erótica más moderna, más actual. Y desde luego, el jurado que lo ha premiado debería revisárselo porque original poco, más bien el tópico clásico machista revalorizado por premiarlo.
Coral Folch Pueyo