Los nietos de Ramón y Cajal dan el visto bueno del traslado a Huesca del legado del científico – Cambiar Huesca

El concejal y diputado provincial, Luis Arduña, representando al Ayuntamiento de Huesca, la consejera de Educación, Cultura y Deporte, Mayte Pérez, y el director general de Cultura y Patrimonio, Nacho Escuín, se desplazaron este martes a Madrid para reunirse con los descendientes de Santiago Ramón y Cajal. El objetivo del encuentro fue cerrar el acuerdo y afianzar su voluntad para que el legado del Premio Nobel sea expuesto de forma permanente en la capital oscense. Este legado está conservado en las instalaciones del Instituto Cajal de Madrid, dependiente del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), almacenado en su mayoría en cajas de conservación y no se pueden ver más que unas cuantas piezas en una pequeña habitación del Instituto.

Luis Arduña recibió la encomienda de negociar el traslado a la ciudad de este legado para poder darle un espacio expositivo permanente y poder abrir al público la exposición de esta colección de objetos, unos 30.000, que son el auténtico testamento científico de una de las mayores mentes científicas de la historia. En octubre de 2015, Cambiar Huesca presentaba la iniciativa de reclamar para Huesca el honor de acoger esta exposición. Así se iniciaban las conversaciones con las diferentes partes implicadas, principalmente los descendientes directos de Ramón y Cajal y el CSIC, para establecer líneas de colaboración que permitan potenciar el legado del científico y difundir su figura en Aragón. Los ayuntamientos de Huesca y Ayerbe han aunado esfuerzos, con el apoyo de la Diputación Provincial de Huesca y la Comarca de La Hoya de Huesca, y se han unido a la consejería de Cultura del Gobierno de Aragón para gestionar el espacio expositivo. La reunión de este martes con los nietos del científico servia para rubricar la voluntad de la familia de que el legado del científico se traslade a Aragón.

La familia de Santiago Ramón y Cajal ha cedido, en un claro gesto de apoyo a la iniciativa, el dormitorio donde falleció el Nobel de Medicina para que se conserve y exponga en la Comunidad Autónoma. El Departamento de Educación ha determinado que el Archivo Histórico Provincial de Huesca (AHPHu) es el lugar idóneo para ello.

El dormitorio, compuesto por una cama, un armario de caoba, dos sillones orejeros y algunos elementos más de ornamentación de la época, llegó ayer miércoles desde la casa familiar a la capital oscense y se trasladará, en primera instancia, a la sala de exposiciones del Archivo. La intención es instalarlo en la capilla de Santa Rosa, un inmueble desacralizado y anexo al conjunto de AHPHu, a través de la presentación de un proyecto de rehabilitación al Ministerio de Cultura, ente encargado de las obras en los archivos de este tipo.

El Archivo de Huesca, ubicado en el inicio de la calle y el paseo Ramón y Cajal, es una institución oscense creada en 1931 para conservar y hacer accesible el patrimonio documental vinculado con la provincia de Huesca. En él se conservan fondos documentales ligados a personas y familias oscenses ilustres como Joaquín Costa. Además de sus instalaciones de depósitos documentales también cuenta con un espacio, actualmente sin uso, que podría destinarse a la exposición del legado de Ramón y Cajal: la capilla anexa al edificio principal del Archivo. Se da la feliz coincidencia que el inmueble se halla ubicado justo al principio de la Avenida Ramón y Cajal. Por estas razones, el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón ha determinado que el AHPHu es el lugar más idóneo para la conservación de estas piezas.

En la misma calle se conserva también el fondo documental del Instituto de Bachillerato Ramón y Cajal, que se ubicó en el edificio de la antigua Universidad Sertoriana –hoy Museo de Huesca-. Dada esta cercanía, podría constituirse una ruta ligada al ilustre científico en la ciudad de Huesca, que se completaría con la visita al Centro de Interpretación Ramón y Cajal situado en Ayerbe, otra cita ineludible para quienes sientan curiosidad o admiración por la figura del científico.