El alcalde Luis Felipe y la primera teniente de alcalde Pilar Novales, encabezaban la representación municipal en una visita realizada para conocer de primera mano las acciones que se realizarán en este espacio
Huesca, 12 de diciembre de 2015.- El pasado día 5 de diciembre el alcalde de Huesca, Luis Felipe, y la primera teniente de alcalde, Pilar Novales, acompañados de otros cinco concejales y concejalas del equipo de gobierno municipal (María Teresa Sas (PSOE); Carmen García, Íñigo Aramendi y Luis Arduña (Cambiar Huesca) y Fernando Justes (Aragón Sí Puede Huesca), visitaron el Cementerio Municipal oscense para conocer sobre el terreno las actuaciones que se van a llevar a cabo en este espacio para honrar la memoria de las casi cuatrocientas personas que fueron fusiladas allí entre 1936 y 1945. La visita fue guiada por el periodista Víctor Pardo Lancina, investigador y divulgador de los hechos ocurridos durante la Guerra Civil y la posterior época de represión, sucesos que en la ciudad tuvieron como escenarios trágicos tanto este escenario como el cementerio de Las Mártires. También acompañaba a la visita del equipo de gobierno municipal la arqueóloga Julia Justes, quien ha participado en numerosas catas arqueológicas y recuperación de restos humanos en fosas comunes de la Guerra Civil.
Este proyecto de recuperación de la memoria histórica consta de dos actuaciones diferentes. La primera es una iniciativa de la CNT y de un colectivo ciudadano de Huesca y consiste en crear un espacio memorial justo en la tapia donde fueron fusiladas, el 23 de agosto de 1936, noventa y cinco personas, entre las que había seis mujeres. Este memorial constará de una acción artística cercana a la poesía visual creada por Óscar Lamora, que consiste en abrir una brecha vertical de unos 50 cm de anchura en el muro en el que fueron asesinadas estas personas. Esa abertura realza la carga simbólica del muro y abre el espacio, señalando así el horror que sucedió dentro del cementerio y lo proyecta hacia el exterior, para que nadie olvide esa trágica fecha. En el costado del muro se inscribirán los nombres de las personas que fueron asesinadas durante la contienda y primeros años de la posguerra. Está previsto que este proyecto se realice con materiales y el personal de la brigada municipal y que pueda inaugurarse el 23 de agosto de 2016, en el ochenta aniversario de una de las jornadas más trágicas de la historia reciente de Huesca.
Por otro lado, Cambiar Huesca ha propuesto realizar una serie de actuaciones dentro del recinto del cementerio que incluyen la realización de unas catas arqueológicas en varias zonas de lo que fue el ámbito civil del mismo, así como en varios cuadros de inhumación interiores, para determinar la posible existencia de restos de fusilados y fusiladas en ese espacio, ya que se tiene constancia documental de enterramientos de los cuerpos en diferentes espacios del recinto funerario. El objetivo no es desenterrar e identificar los restos, lo que plantea enormes dificultades, sino constatar la existencia de esas fosas, intentar determinar, hasta donde sea posible, las zonas y la disposición donde se realizaron esos enterramientos y descartar que esos restos hubieran sido trasladados al Valle de los Caídos, ya que es posible que algunos restos fueran llevados allí sin documentar y sin el permiso de los familiares.
El cementerio es un espacio que permite explicar muchas historias interesantes de una ciudad, por ello también se propone realizar una ruta de memoria histórica formada mediante paneles y carteles con los nombres y fechas de ejecución de las personas de las que se tiene constancia que fueron fusiladas. Del mismo modo, se propone crear una guía en papel y otra digital con los nombres y biografías de las personas asesinadas, así como de personajes singulares de la historia oscense. Para este proyecto, los presupuestos del Ayuntamiento para 2016 tienen prevista una partida económica de 5.000 euros.
La propuesta de Cambiar Huesca también pone en valor el Cementerio de Las Mártires como ámbito de fusilamientos y enterramientos, puesto que la represión se trasladó hasta ese recinto desde septiembre de 1936 hasta marzo de 1938. Allí se fusiló aproximadamente a 130 personas y se enterraron a mil doscientas cincuenta personas durante ese período. Desde allí, también hubo traslados masivos de restos hacia el Valle de los Caídos. Un panel en la entrada del recinto explicaría la historia del lugar.